Desarrolla las habilidades y destrezas de un modo divertido, aumentando su autoconfianza y seguridad en el medio acuático, facilitando que aprenda a nadar.
Fortalece sus músculos y favorece la coordinación y el equilibrio.
Crea lazos en la relación afectiva entre el bebé y el padre/ madre y familia en un ambiente acogedor, mientras ambos aprenden juegos acuáticos junt@s.
Desarrolla las habilidades de supervivencia en el agua.
Mejora la motricidad favoreciendo el gateo, los volteos y la bipedestación. En el agua el cuerpo pesa hasta un 90% menos, lo que le permite realizar movimientos con más facilidad fuera de ella.
Relajación y bienestar tras cada sesión acuática y de masaje.
El bebé tendrá un recuerdo mediante fotos y vídeos de cómo aprendió a nadar!!